Te desprecio
Porque la envidia te corroe,
te corre por las venas,
se mete en tu cerebro,
te hace actuar malignamente,
malintencionadamente.
No puedes ver a nadie feliz,
cumpliendo metas,
alcanzando objetivos,
brillando.
Tienes que arruinarlo,
tienes que verlo caer,
verlo sentado en el suelo,
a tu lado, a tu nivel,
nadie sobre ti.
Porque la envidia te corroe,
y te provoca frustración,
resentimiento, rencor.
¿Qué hice yo?,
¿Porqué a mi?.
¿Porqué no te obedecí?,
¿Porqué no te hice reverencia?,
¿Porqué no estuve dispuesta a venerarte de frente
y pelarte al dar la vuelta?,
¿Porqué soy de una línea
y digo lo que pienso,
y digo lo que siento?.
Porque jamás te dejé usar malas palabras en mi presencia,
porque la rotería me molesta de sobremanera,
porque cuando hablas, tres de cinco palabras son ofensivas,
groseras, pérfidas.
Porque tu presencia me enerva,
ennegrece mi espacio,
oscurece mi genio,
confunde mi razón,
enrabia mi vista,
altera mi biorritmo.
Queda poco tiempo,
mi tolerancia a la frustración está a prueba
saldré bien, confío en mi criterio.
Queda poco tiempo,
sólo algunas semanas.