Y te sentí tan cerca
dejé fluir lo que vi venir
que la palabras sobraran, estuvieran todas
no faltara ni una,
escritas, habladas, pensadas... deseadas,
todas rodeándome en un espiral
haciéndome sentir añorada,
anónimamente deseada,
locamente tentada,
sin sentido,
sin pensar,
sin calcular.
que se confundieron entre las voces
sin apagarse, si no que aumentando,
no de volumen, si no que de atrevimiento,
de riesgo, de pasión.
Estuvieron todas, todas invitadas,
todas pensadas… acariciadas.
y cuando quedamos en silencio
con ellas suspendidas en el aire, sin querer retirarse,
el silencio se ungió en los cerebros
se adormecieron los sentimientos
se apaciguaron los cuerpos.
Y el sueño se hizo dueño del momento
y el recuerdo se fue a descansar
para reaparecer en plenitud,
con los primeros rayos del amanecer,
y quedarse presente
durante todo el paseo del sol.
Otra locura... más recuerdos,
mil palabras.