Mil Secretos
¿Porqué un compañero de trabajo que apenas conozco, se acerca a mi y me cuenta su vida y sus problemas?, ¿porqué soy el pañuelo de lágrima de mis amigos?, ¿acaso tengo claridad mental y racionalidad?, ¿doy confianza?. Todos asumen que estoy dispuesta a escuchar, a aconsejar (lo hago, claro, sin pretensión de tener la verdad) y a disimular que no sé nada. Guardo secretos como si fueran míos, me ponen en medio o a un lado, pero presente en sus vidas. ¿Tengo sicología?, ¿qué pasa?. Me siento como un baúl lleno de secretos...
2 Comments:
Guardar palabras, contener, acoger, aliviar el peso de los demás, a mi parecer, es un don, y aunque no todos los dones son fáciles de cargar, este es uno que puede llegar a gratificarte mucho.El secreto podría estar en aprender a diferenciar, entre lo de uno y lo del otro, no lo sé con completa claridad, pero creo que va por ahí.
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Una mujer escarbando en su alma... veamos...¿ y esta angustia?...ah, no, esta angustia no es mía es de un amigo...OK, respira tranquila y continúa su inventario de dolores.Más tarde recordará la estima que le tiene a ese amigo, y se sentirá dichosa de que éste camine más liviano, mientras, ella tiene en su valija un poco más de peso, pero para ella un poco más de peso es sólo eso...un poco más.
Soy especialista en guardar palabras, contener, acoger, aliviar el peso de los demás y sí, es un don que a lo lejos se torna difícil de cargar, pero lo sé llevar, si no ya estaría con depre.
Sólo me asombro del cartel que llevo en mi rostro y que dice: "cuéntenme sus vidas, en mí encuentran un soporte de sus penas y alegrías, secreto garantizado".
A mi la vida me ha tratado rebién, y quizás por eso puedo llevar el peso de los problemas de mis amigos. Peso que siempre sé alivianar.
Un abrazo Magda, y que la vida te dé suerte y alegrías,
Pame.
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