viernes, diciembre 03, 2004

La vida en equilibrio

Ayer nos juntamos seis amigos de la Universidad, hace tiempo que no los veía y entre ellos estaba Vicente, que con 49 años de edad decidió retomar sus estudios, hace tres años, y terminar una historia que quedó pendiente por ser, en septiembre de 1973, miembro del partido comunista. Estuvo tres veces preso y fue torturado. Las torturas que recibió nunca las ha contado, pero en su semblante se pueden apreciar rastros.
Y es increíble, porque ayer estaba feliz, cuando nos contó que a pesar de que ya terminó sus estudios este año y que se tituló con excelente nota, quiere sacar la civil y que con la pensión que recibirá podrá hacerlo. Y lo contaba feliz, entre risas. Y ahí me di cuenta que cuando más se sufre es cuando más se aprecia la felicidad. Realmente me impactó su reacción, pero al leer lo que escribió el
Rafa, me doy cuenta que estas tres personas no sólo tienen en común haber sufrido para la dictadura.


Y uno que se hecha a morir por cosas triviales y que se ven insignificantes!!!!.....

"Los más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida" (Silvio).


Arriba el ánimo, tenemos que estar a la altura de nuestros amigos.

Un abrazo,

Pame.




2 Comments:

Blogger unsologato said...

Pame. Gracias por este relato. Contribuye a que sigamos tomamos conciencia de todo el horror que vivimos y para que nunca más se vuelva a repetir.
Un abrazo.

12:41 p. m., diciembre 07, 2004  
Blogger Paitoca said...

Gracias a tí por leerlo y conmoverte con él. La capacidad de asombro no se debe perder, más todavía cuando es una reacción al dolor y humillación de otros.
Pame.

4:05 p. m., diciembre 07, 2004  

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